viernes, 6 de noviembre de 2015

The gift. ¿Siempre aceptas los regalos de los amigos?

El australiano Joel Edgerton escribe, dirige y protagoniza un thriller intimista y psicológico que bebe de fuentes ya clásicas del cine de los 90. Podemos recordar entre otras: "Atracción Fatal" (1987) de Adrian Lyne o por ejemplo "Arlington Road. Temerás a tu vecino" (1999) de Mark Pellington, en las que sus personajes son amenazados por alguien cercano, que provoca una explosión de tensiones ocultas detrás de un espejo de perfección. 

Edgerton añade además varios giros inesperados de argumento que nos mantienen enganchados en la historia y por su interpretación, ha recibido en el propio Festival de Sitges el galardón al Mejor Actor

Simon (Jason Bateman) y Robyn (Rebecca Hall) son un matrimonio feliz, con perro incluido. Están muy unidos en un flamante y novedoso proyecto de vida en Los Angeles, localidad donde él paso su adolescencia: ahora tienen un nuevo hogar, nuevos vecinos, antiguos compañeros y recuerdos, muchos recuerdos. La mudanza y una fuerte crisis de salud, marcan el inicio de la vida del matrimonio.

Él se ha trasladado con la intención de mejorar su posición laboral en una importante compañía de seguridad digital. Le han ofrecido un despacho y la posibilidad de codearse con los mismísimos propietarios. Se siente orgulloso de sí mismo y confía en sus posibilidades. Se puede decir que la vida le ha sonreído y que siempre ha conseguido aquello que se ha propuesto. 

Ella ha tenido un grave problema de salud y ha perdido el control de sus actos. Tuvo demasiado trabajo y se vio desbordada por la situación. Ahora necesita descansar y reorientar su carrera y su vida. Su propósito es restablecer su equilibrio y ser protagonista de sus propias decisiones, continuando con sus grandes pasiones: el diseño arquitectónico y el running, que la ayuda a mantenerse en forma y calmar la mente.


El fortuito encuentro con un antiguo compañero de instituto de Simon, desencadena una serie de acontecimientos que despertarán un pasado ya olvidado. Gordon Mosley (Joel Edgerton) reconoce a su compañero y lo saluda. Éste le recibe sin mucha ilusión y parece que el recién instalado no quiere recordar experiencias pasadas. Weirdo, sobrenombre despectivo con el que era conocido el señor Mosley, está “anclado en el pasado” e intenta por todos los medios congeniar con el matrimonio, ofreciéndoles diversos regalos. Poco a poco lo que parecía un encuentro casual se convertirá en una persecución en la que pueden engendrar secretos inconfesables, hipócritas declaraciones y vivencias mal asimiladas.

Cabe destacar el papel de los secundarios que actúan como vecinos de los protagonistas (Allison Tolman, David Denman...). A través de sus historias, el espectador se siente totalmente identificado con la situación comprometida de Robyn, quien transita entre la pérdida y el anhelo de esperanza, y a quien nada parece hacerle feliz. En esta situación, poco a poco se distancia de su presente y se acerca a los nuevos amigos, buscando intimidad y complicidad. Encontramos en estos momentos diálogos realmente interesantes que nos van perfilando poco a poco la trama. 

Aunque hay que reconocer que los tres personajes protagonista están muy bien desarrollados, quisiera destacar los cambios que experimenta el personaje de Rebecca Hall durante toda la película: muy interesantes y de gran profesionalidad y polivalencia. 

Sin querer desvelar mucho más de esta interesante trama, si puedo añadir que considero "The Gift" como uno de los más interesantes thrillers de este 2015, aunque en España tendremos que esperar a febrero del año que viene para poder disfrutarla en nuestras carteleras. Sin duda alguna, es uno de los imprescindibles ya que, aunque no ofrece nada nuevo en cuanto a la trama, el enfoque de los personajes y los giros inesperados de la historia son de lo más real y aterrador que he visto hace tiempo.

Además, casi sin darnos cuenta, el film nos hace reflexionar sobre la forma en la que nuestros actos perjudican o benefician al otro, además de crear en nuestro interior la siguiente pregunta: ¿de qué manera se enraízan las ideas en nuestro interior hasta que, sin quererlo, se hacen realidad por el simple hecho de repetirlas? Algo verdaderamente aterrador.

Sergi Sanmartí (@Horadelsdaus)

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